¿Quién no se ha imaginado alguna vez paseando por un mercado navideño? Gente bien abrigada, árboles, guirnaldas, nieve, villancicos sonando…un paisaje increíble, a la vez que encantador.
Estrasburgo es una de las ciudades más grandes y atractivas de Francia. Es ampliamente reconocida por su famoso y antiguo mercado navideño. De hecho, la UNESCO ha declarado la Gran Isla de Estrasburgo como Patrimonio de la Humanidad. Esta frase define a la perfección a la ciudad: “Estrasburgo, capital de la Navidad”. Puesto que existe una gran tradición: el mercado navideño. Se celebra año tras año, desde 1570. Por entonces, centenares de personas se agolpaban en la Plaza de la Catedral. El pueblo entero se ilumina para acoger este histórico evento: visitantes acercándose a los puestos, deseosos de probar el tradicional dulce navideño “Bredle”.