¿Quién no se ha imaginado alguna vez paseando por un mercado navideño? Gente bien abrigada, árboles, guirnaldas, nieve, villancicos sonando…un paisaje increíble, a la vez que encantador.
Estrasburgo es una de las ciudades más grandes y atractivas de Francia. Es ampliamente reconocida por su famoso y antiguo mercado navideño. De hecho, la UNESCO ha declarado la Gran Isla de Estrasburgo como Patrimonio de la Humanidad. Esta frase define a la perfección a la ciudad: “Estrasburgo, capital de la Navidad”. Puesto que existe una gran tradición: el mercado navideño. Se celebra año tras año, desde 1570. Por entonces, centenares de personas se agolpaban en la Plaza de la Catedral. El pueblo entero se ilumina para acoger este histórico evento: visitantes acercándose a los puestos, deseosos de probar el tradicional dulce navideño “Bredle”.
Del 28 de noviembre al 31 de diciembre de 2014, todos los asistentes disfrutarán de un ambiente muy familiar: luces encendidas, fachadas decoradas, villancicos sonando en las iglesias, olores exquisitos, conciertos, espectáculos y paseos en barco. El mercado se llena de casetas con productos tradicionales, vino caliente, dulces y decoraciones para el abeto y el pesebre. Un total de 300 puestos repartidos en once lugares diferentes de la ciudad, harán que aprecies la belleza de esta emblemática localidad. Hay actividades para todas las edades: los niños se sentirán protagonistas en la fantástica Aldea de los Niños, en la que encontrarán múltiples sorpresas.
Historia y procedencia
Procedente de Alemania, el Mercado Navideño de Estrasburgo surge a raíz del “Christkindelsmärik” alemán, en el año 1570. En sus inicios medievales aparece en las historias de San Nicolás, patrón de los niños, a los que les daba regalos. En 1570, la llegada del pastor Finneur transformó esta fiesta en una tradición cristiana. Así es como el mercado navideño empezó a dedicarse a la figura del niño Jesús. De cualquier manera, esta costumbre encantaba a los habitantes, que se reunían cada año en la Plaza de la Catedral. Fue en 1840 cuando este mercado se trasladó a la actual Plaza Kléber, epicentro de la vida social y económica de Estrasburgo. Ya en 1871, la Plaza Broglie se convirtió en el punto de reunión.
En la variedad está el gusto. Por eso mismo, durante el mes en el que se celebra este evento, en diversos puntos de Estrasburgo es fácil encontrar todo tipo de puestos temáticos, además de la tradicional feria dedicada al Niño Jesús, de la que ya hemos hablado.
1. En la Plaza Kléber es tradición dejar regalos para los más necesitados, debajo del gran árbol de Navidad. A este evento se le conoce como “Village du Partage”. El momento ideal para ser solidario y pensar en los demás.
2. Otra de las actividades que se realizan es el “Village du pays invité”, en la que un pueblo invitado muestra todas sus peculiaridades. El país estrella de 2013 fue Croacia.
3. Para los más golosos, en la plaza de Austerlitz, se coloca “Le marché des délices de Noël d’Alsace”, donde se venden todo tipo de dulces alsacianos.
4. Los pequeños productores también tiene su espacio en estos días tan señalados. Durante un mes, en la plaza des Meuniers, todos los visitantes pueden encontrar “Le marché des irréductibles petits producteurs d’Alsace”.
5. Tampoco podemos olvidarnos de los Reyes Magos, que tienen su propio mercado “Le marché des Rois Mages”, en la plaza Benjamin-Zix
6. Como ya hemos mencionado, hay actividades para todos los gustos. Los aficionados a la lectura, pueden encontrar en la Plaza Gutenberg, “Le Nöel du Livre”. Siendo la ciudad de la imprenta, ¿cómo no iba a tener Estrasburgo un mercado dedicado a los libros?
A la vista está la variada oferta de Estrasburgo, una de las mayores ciudades francesas y uno de los grandes referentes a nivel europeo y mundial.
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